Concierto de Mark Lanegan Band en Madrid
Buen concierto de Mark Lanegan y su banda, que ofrecieron el pasado 12 de marzo de 2015, un espectáculo que se movió dentro de lo esperado en todos los aspectos, tanto musicales como estéticos. Un show sobrio pero completo, con pinceladas de brillantez y con la presencia de una voz cálida y rasgada que llenó la sala en todo momento.
Mark Lanegan es un hombre con un currículo musical extenso y completo. Desde sus inicios en Seattle con Screaming Trees en la explosión grunge, pasando por múltiples proyectos en colaboración con otros músicos como The Gutter Twins, Mad Season, los recientes y sorprendentes trabajos con Isobel Campbell, los brillantes trabajos con los Soulsavers y sus mayores éxitos con The Queens of the Stone Age. Paralelamente ha ido publicando discos en solitario, por lo que se trata de un trabajador compulsivo, capaz de adaptar su voz de barítono a un sinfín de estilos musicales con el rock como piedra angular.
En su último trabajo, Phantom Radio, precisamente ha querido explorar nuevos estilos musicales, quizás más cercanos a la electrónica y alejándose del rock más tradicional que ha practicado durante su carrera. Con ese disco bajo el brazo está girando el músico y vino a Madrid.
Con la Joy Eslava llena de gente, Lanegan y el guitarrista salieron solos para interpretar las primeras canciones del concierto entre ellos. Tras ese calentamiento, salió el resto de la banda: batería, bajo y teclista-sintes-y-segunda-guitarra. Se sucedieron algunas de las canciones más populares del cantante como Hit the City, Deepest, Shade, Harvest Home, The Gravedigger’s song o Floor of the Ocean.
Un cóctel en el que se mezclaban las influencias electrónicas, sonidos casi cercanos a Joy Division, pasando por el rock sureño de ambiente fronterizo, la canción casi crooner y, como no podía ser de otro modo, el rock más identificable del cantante. Quizás se echaron de menos canciones de algunos de sus proyectos antes mencionados –que son muchos y muy buenos-, pero lo bueno de alguien como Lanegan es que tiene un repertorio tan extenso que elija lo que elija, será un acierto seguro.
Un concierto que se hizo un poco corto, solamente hubo un bis –Methamphetamine blues-, y duró algo menos de una hora y media. Sin embargo hizo que el público pasase un buen rato, y es que ir a ver a Mark Lanegan es siempre una apuesta segura; una voz con personalidad, un tipo que vive la música y la sabe transmitir con pasión.
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